Recibir una vivienda en herencia puede parecer un regalo del destino, pero lo cierto es que implica una serie de pasos legales, fiscales y administrativos que conviene tener bien claros antes de firmar nada. Aceptar una herencia no solo es una cuestión emocional o familiar: también lo es económica y legal. En VDV Inmobiliaria te contamos lo que implica heredar una casa.

Lo primero que tendrás que hacer es reunir cierta documentación básica: el certificado de defunción de la persona fallecida, el certificado de últimas voluntades y, si existe, una copia del testamento. También necesitarás las escrituras de propiedad de la vivienda y el último recibo del IBI. Si no hay testamento, será necesario acudir a notaría para tramitar un acta de declaración de herederos, que determine quién tiene derecho a recibir los bienes.

Una vez identificados los herederos, deberás acudir al notario para formalizar la aceptación de la herencia mediante escritura pública. Este documento recoge todos los bienes heredados, la identidad de los herederos y el reparto correspondiente. Si hay varios beneficiarios, todos deberán firmar y estar de acuerdo con el reparto.

Al heredar una vivienda, los dos tributos más comunes son:

  • El Impuesto de Sucesiones: es un impuesto autonómico, y muchas comunidades ofrecen bonificaciones importantes en herencias entre padres e hijos u otros familiares directos. Conviene informarse según el lugar de residencia del fallecido.
  • La plusvalía municipal (IIVTNU): es un impuesto que grava el incremento del valor del terreno urbano desde que se adquirió la propiedad hasta su transmisión. Pero no siempre se paga. Por ejemplo, si la vivienda se hereda de padres a hijos, en muchos municipios existen bonificaciones que pueden llegar al 95 % o incluso al 100 %, dependiendo del valor catastral y de la normativa local.

Incluso, si se acredita que no ha habido incremento de valor desde la adquisición, también es posible que no se tenga que abonar este impuesto.

Además de los impuestos, hay otros gastos que conviene prever: los honorarios del notario, el registro de la propiedad, y si decides contar con ayuda profesional (abogados, gestores…), también sus honorarios. En casos donde hay desacuerdo entre herederos o situaciones complejas (como propiedades con hipotecas o cargas), un buen asesoramiento puede evitar muchos problemas.

En algunas ocasiones, los herederos se encuentran con la dificultad de pagar los impuestos o gastos asociados. En ese caso, existen alternativas:

  • Solicitar a Hacienda un aplazamiento o fraccionamiento del pago,
  • Utilizar parte del dinero heredado (por ejemplo, de cuentas o seguros) para cubrir costes,
  • Incluso recurrir a préstamos garantizados con la propia herencia.

Heredar una vivienda no es un proceso complicado, pero sí requiere atención, organización y buen conocimiento de cada paso. Entender cuándo se aplican los impuestos —y cuándo no— puede suponer un ahorro considerable.

Heredar una casa: Trámites, impuestos y decisiones importantes

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