Adquirir una vivienda requiere analizar múltiples factores y familiarizarse con conceptos clave del proceso. El sector inmobiliario involucra a diversos actores, como particulares, promotoras, agencias inmobiliarias y entidades financieras, lo que hace fundamental entender ciertos términos vinculados a la compra de un inmueble.
En la compraventa de una vivienda, es común que comprador y vendedor lleguen a un acuerdo previo a la firma formal del contrato. Uno de los acuerdos más comunes es el contrato de reserva de una vivienda, que establece las bases para la futura transacción. En VDV Inmobiliaria te explicamos todo lo que tienes que saber antes de firmarlo.
Este contrato sirve para formalizar las intenciones de ambas partes, asegurando la operación de compra. Además, incluye una señal económica, que es el anticipo que el comprador entrega al vendedor como garantía de que continuará con la adquisición del inmueble. Dicho acuerdo compromete legalmente a las partes a completar la compraventa una vez se cumplan los términos acordados.
El contrato de reserva debe contener información detallada, como los datos identificativos de las partes, la descripción del inmueble, el monto de la señal, el plazo para formalizar la compraventa, las condiciones de pago, así como la fecha y las firmas de los participantes. Es importante no confundirlo con el contrato de arras, ya que, aunque ambos son acuerdos preliminares, el contrato de reserva se refiere específicamente al pago de la señal para garantizar la operación, mientras que el contrato de arras regula las condiciones de la compra, incluyendo posibles indemnizaciones si alguna de las partes decide desistir.
El contrato de reserva es ventajoso tanto para el comprador como para el vendedor. El comprador gana tiempo para obtener financiación sin que el precio del inmueble cambie, mientras que el vendedor obtiene tiempo para gestionar aspectos administrativos o realizar ajustes en la propiedad.
Por último, el importe de la señal varía. Esta cifra puede ajustarse dependiendo del plazo de formalización de la venta o la complejidad de la operación.