Comprar una vivienda sobre plano implica confiar en que la construcción cumplirá con los estándares prometidos. La garantía de obra nueva protege al comprador frente a defectos que puedan surgir una vez entregada la vivienda, asegurando la reparación de daños sin coste adicional.
La Ley de Ordenación de la Edificación establece tres niveles de cobertura. Los defectos estructurales, que afectan a pilares, vigas, cimentación y forjados, están cubiertos durante 10 años. Los vicios de habitabilidad, como humedades, filtraciones, fallos eléctricos o problemas en fontanería, disponen de 3 años de cobertura. Por último, los defectos en acabados, incluyendo pintura, alicatado o carpintería, pueden reclamarse durante 1 año. Todos los plazos empiezan desde la entrega de la obra, por lo que conservar actas y certificados es imprescindible.
Si se detecta un defecto, el comprador debe notificarlo al promotor o constructor mediante un medio fehaciente, detallando el daño y la fecha de aparición. Esta comunicación es la base de cualquier reclamación. Si el promotor no actúa, se puede solicitar un informe técnico pericial y, de ser necesario, acudir a la vía judicial.
Los problemas en zonas comunes, como portales, cubiertas o garajes, deben reclamarse a través de la comunidad de propietarios mediante su presidente o administrador. También es crucial demostrar el nexo causal, para asegurar que el defecto proviene de la construcción y no de un mal uso o mantenimiento posterior.
El comprador dispone de dos años desde la detección del defecto para iniciar la reclamación. Conocer los plazos y procedimientos es fundamental para proteger la inversión y garantizar que cualquier desperfecto se repare correctamente. En VDV Inmobiliaria asesoramos a los propietarios para que ejerzan sus derechos, documentando y gestionando las reclamaciones de manera eficiente, asegurando que su vivienda nueva sea un hogar seguro desde el primer día.
