Las paredes radiantes son una innovadora tecnología de calefacción que está ganando popularidad en el mundo de la construcción y el diseño de interiores. A diferencia de los sistemas de calefacción tradicionales que utilizan radiadores o conductos de aire caliente, las paredes radiantes aprovechan la capacidad de los materiales para irradiar calor de manera uniforme en un espacio. En VDV Inmobiliaria te explicamos cómo funcionan estas maravillas de la ingeniería y cómo pueden beneficiar a tu hogar o lugar de trabajo.
Las paredes radiantes pueden emplearse solas o en conjunto con sistemas como los suelos radiantes. Son sistemas de calefacción y refrigeración verticales que irradian calor o frío a través de los muros y el techo, que además, se combinan con energías renovables y bombas de calor, lo que permite ahorros a largo plazo en la factura de la luz y una mayor sostenibilidad.
Funcionan mediante tubos en zigzag que transportan agua caliente o fría, distribuyéndola uniformemente para aclimatar la estancia. Su instalación puede ser eléctrica, integrada en paneles de pared o mediante tubos premontados sobre raíles, con la opción de personalizar la ubicación según las necesidades del espacio.
Entre las ventajas destacan su instalación sencilla y económica, rapidez en la ejecución sin complicaciones, ocupación mínima de espacio, valor estético y añadido al inmueble, y ahorro energético a largo plazo cuando se combinan con energías renovables. Se considera más eficiente climatizar a través de las paredes que del suelo, aunque esto depende de varios factores como el diseño y aislamiento térmico de la vivienda.
Respecto al coste, puede variar según el sistema elegido, el aislamiento previo de la vivienda y el clima de la zona, partiendo de alrededor de 40 euros/metro cuadrado, similar al precio de la instalación de suelo radiante. En cualquier caso, las paredes radiantes ofrecen una solución efectiva, eficiente y sostenible para la climatización de los hogares modernos.